lunes, 12 de marzo de 2018



¿Qué es una leyenda?


Una Leyenda  es una narración oral o escrita de acontecimientos fantásticos, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o fundada en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad. Se consideran como parte de la historia de una colectividad o lugar. Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia son transformadas con supresiones, añadidos o modificaciones.




Diferencias entre leyenda, cuento y mito


Una leyenda, a diferencia de un cuento, está ligada siempre a un elemento preciso y se centra menos en ella misma que en la integración de este elemento en el mundo cotidiano o la historia de la comunidad a la cual pertenece.
Contrariamente al cuento, que se sitúa dentro de un tiempo ("érase una vez...") y un lugar (por ejemplo, en el Castillo de irás y no volverás) convenidos e imaginarios, la leyenda se desarrolla habitualmente en un lugar y un tiempo precisos y reales; comparte con el mito  la tarea de dar fundamento y explicación a una determinada cultura, y presenta a menudo criaturas cuya existencia no ha sido probada.
Se diferencia del mito porque  no tiene  la intención de explicar un origen cósmico o divino y contiene un componente histórico fusionado con el folclore.

Alicia Zaina, especialista en literatura infantil, plantea que “Mientras que el cuento narra hechos ficticios, la leyenda cuenta hechos considerados verdaderos por su comunidad de origen. La función del cuento es recreativa y estética, mientras que la leyenda busca referir o explicar (siempre desde la óptica de la comunidad que la creó) por ejemplo, el origen de diferentes seres o elementos de la naturaleza (leyendas sobre el origen del fuego, ciertos pájaros, la luna, etc.).”




¿Las leyendas son adecuadas para los niños?

La leyendas tienen características que las vuelven un texto narrativo posible para niños de  edades entre los cuatro y ocho años.
Las leyendas portan los modos de sentir y pensar de los pueblos y son transmitidas de generación en generación.
Muestran además una particular relación con los animales, las plantas y otros elementos de la naturaleza.
Esta particular relación con lo natural se da a través de componentes fantásticos muy ligados a los intereses de los niños.
Las leyendas son una herramienta interesante para el trabajar con ellos en la medida que les permite involucrarse dentro de los valores y costumbres de una comunidad:

-Invitan a conocer, a reflexionar y a opinar.

-Permiten conocer algunas características de ciertos pueblos originarios, la concepción que estos tienen de la creación o el surgimiento de determinados fenómenos, objetos, animales o plantas.

Sin embargo no todas las leyendas pueden ser compartidas con los pequeños, ya que, por ejemplo, algunas de ellas describen situaciones tortuosas o explicaciones de hechos de complejidad política no recomendables y que escapan al comprensión infantil.


 Actividades:

- Indagar saberes previos.  Relatar a los niños una leyenda y al finalizar preguntar que significa una leyenda.
Registrar las  reflexiones de los chicos. Por ejemplo:
“Cuentan historias de cosas que pasaron”
“Algunos las creen y otros no”
“Tienen un poco de mentira y un poco de verdad”
“No están escritas, las contaban los grandes de las familias con la boca, sin anotarlas”
Solicitar  que busquen información  sobre leyendas en sus casas.
- Durante el transcurso de la semana continuar  anotando la información que cada nene trae para empezar  a armar una  carpeta de Leyendas.

- Escuchar  leyendas de diferentes regiones del país. Pueden narrarlas los maestros, padres o también realizar  visitas a la Biblioteca del Colegio para que la bibliotecaria  se las cuente.
Se utilizará una manta para sentarse, que acompañará a los niños en el momento de escuchar las narraciones. La misma estará guardada en la sala en una caja especialmente decorada, de manera que los niños puedan vivenciar la importancia que conlleva. Será “la manta para escuchar leyendas”.
- Representar las leyendas escuchadas mediante dibujos o modelado.

- Elegir una leyenda para realizar un mural colectivo. Buscar fotos de los animales y plantas que aparecen en el relato para observar y orientar las producciones. Repartir las diferentes tareas a realizar entre los niños (dibujar, pintar, recortar, pegar, etc.)

- Elegir una leyenda para representar por medio de una dramatización o títeres.

- Crear una  leyenda entre todos.
Incorporar el texto y las ilustraciones en la carpeta de leyendas junto a toda la información que se fue recopilando para hacerla circular entre los hogares de los niños.




Cómo nacieron las flores. Leyenda Tehuelche

 KOSPI(1)

Hace mucho, muchísimo tiempo, las plantas aún no tenían flores. En ese entonces vivía en el sur una bella niña tehuelche[2] llamada Kospi, de suaves cabellos y dulces ojos negros. Una tarde de tormenta, cuando el fulgor del relámpago iluminaba todos los rincones de la tierra, Karut (el trueno), la contempló asomada a la entrada del Kau (toldo) de sus padres.

La vio tan hermosa, que a pesar de que él era rústico, hosco y bruto, se enamoró locamente de ella. Ante el temor de que la linda niña lo rechazara, la raptó y huyó lejos, retumbando sobre el cielo, hasta desaparecer de la vista de los aterrados padres de la chica. Al llegar a la alta y nevada cordillera, la escondió en el fondo de un glaciar. Encerrada allí, fue tanto el dolor y la pena que sintió que de a poco fue enfriándose hasta que se convirtió en un témpano de hielo, fundiéndose con el resto del glaciar.

Tiempo después, Karut quiso visitarla y al comprobar su desaparición, se enfureció terriblemente lanzando bramidos de desesperación. Tanto ruido rodó hasta el océano y atrajo muchas nubes que empezaron a llover y llover sobre el glaciar hasta derretirlo completamente. Así, Kospi se transformó en agua y corrió de prisa montaña abajo en torrente impetuoso. Luego se deslizó por los verdes valles y empapó la tierra.

Al llegar la primavera, su corazón sintió ansias de ver la luz, de sentir la cálida caricia del viento y de extasiarse contemplando el cielo estrellado por las noches. Trepó despacio por la raíz y tallo de las plantas y asomó su preciosa cabecita en las puntas de las ramas, bajo la forma de coloridos pétalos. Habían nacido las flores. Entonces todo fue más alegre y bello en el mundo. Por ese motivo es que los tehuelches llamaron Kospi a los pétalos de las flores.


[1] En lengua Tsoneka o tehuelche se le denomina Kospi a los pétalos de las flores.
[2] Dice la leyenda “... Kospi empleaba el tiempo en las tareas propias de la mujer Tsoneka, coser quillangos, pintarlos, preparar pinturas, tejer mantas...”.




Otras leyendas para trabajar con los niños 

  • Schujer, Silvia; Prada, Marta (2005) La leyenda del colibrí
  • Wolf, Ema; Prada, Marta (2005) La leyenda de la ballena
  • Tokjuaj y la lluvia: leyenda wichi
  • El nahuel y el hombre perdido: leyenda mapuche
  • Los isondúes: leyenda guaraní
  • Goos, la ballena: leyenda tehuelche 


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